
El error que arruina tus infusiones de frutas y cómo evitarlo
Si eres de los que ama tener su botellita de agua infusionada con frutas para sentirse fitness, zen y saludable, este artículo es para ti. Porque hay un detalle que casi nadie te cuenta… y que puede estar saboteando tu bebida sin que te des cuenta.
¿Sabías que dejar las frutas frescas en tu agua durante horas puede arruinar por completo el sabor?
Todo empieza bien hasta que amarga
Imagínate: cortas unas fresas, un par de rodajas de naranja, unas hojas de menta, y lo dejas todo en una jarra con agua. Lo metes en la nevera y te vas sintiendo como si fueras la versión saludable de una influencer de bienestar. Pero horas después, cuando te tomas un vaso, algo no cuadra. ¿Por qué sabe raro? ¿Un poco amargo, tal vez?
La respuesta está en el tiempo.
Las frutas —especialmente los cítricos— cuando pasan demasiado rato en el agua empiezan a soltar compuestos amargos. Y si dejas la infusión de un día para otro, ese sabor fresco y frutal que esperabas se convierte en una mini decepción líquida.
¿Por qué pasa esto?
Las frutas, además de deliciosas, son complejas. Por ejemplo, la naranja y el limón contienen aceites esenciales amargos. Incluso las semillas de algunas frutas como la manzana y fresa pueden transferir sabores no deseados si se dejan demasiado tiempo en remojo.
Y sí, aunque suene contradictorio, más tiempo no siempre significa más sabor
¿Entonces, qué hago?
Aquí viene la parte buena. Porque la solución es más fácil que tomarte un vaso de agua con pepino que, por cierto, también puede amargar si lo dejas mucho tiempo. Toma nota:
- Infusiona en frío, pero con control. Entre 30 minutos y 2 horas es lo ideal.
- Quita las frutas después. Una vez que te guste el sabor, saca las frutas del agua y guárdala sin ellas. Así conservas lo bueno y te ahorras el sabor amargo.
- Usa frutas congeladas. Dan buen sabor, enfrían la bebida y no se descomponen tan rápido.
- Cuidado con los cítricos. Si los usas, quita la cáscara para evitar que amargue. Y nunca dejes una rodaja de limón sola como si fuera decoración eterna.
¿Listo para mejorar tus infusiones?
Ahora que lo sabes, te reto: haz tu próxima infusión con este truco y cuéntame qué tal te queda.
Usa frutas frescas, pero no las abandones a su suerte. ¡Dales cariño y un tiempo justo! Tu paladar y tus ganas de seguir bebiendo saludable te lo van a agradecer.
Y si prefieres algo más rápido, limpio y sin complicaciones, prueba con fruta deshidratada recién preparada en bolsitas de pirámide con Raices de la Tierra. Solo tienes que sumergir la bolsita en agua fría, dejarla infusionar entre 30 minutos y 2 horas y retirarla. Nada más. Sin tropezones de fruta que, después del tiempo recomendado, habría que retirar con una cuchara, sin amargor, sin lío.
Y ya sabes, vivir sano no tiene por qué saber amargo.