El truco para que el té negro no sea amargo
Hoy te cuento un truco para que el té negro no sepa amargo, y lo mejor: sigue siendo una bebida saludable, con cero azúcares añadidos y con ese toque sofisticado que nos encanta.
¿Por qué el té negro sabe amargo?
El té negro viene de la misma planta que el té verde, pero pasa por un proceso de oxidación que le da ese sabor intenso. Lo que lo hace amargo, en realidad, es el exceso de tiempo en el agua caliente. Así de simple.
Muchas personas dejan la bolsita demasiado rato en la taza, y eso extrae más taninos (los compuestos responsables de ese sabor astringente que te seca la boca). Y claro, ahí se arruina la experiencia.
El truco está en el tiempo
La clave de oro: no infusiones el té negro más de 3 minutos. Idealmente entre 2 y 2,5 minutos si eres sensible a los sabores fuertes.
Pon el agua justo antes de hervir (unos 80-85 °C), echas la bolsita y cronómetro en mano. Pasado ese tiempo, retiras el té y ¡listo!
Evita dejar la bolsita demasiado tiempo con la idea de intensificar el sabor, ya que lo único que lograrás es que la infusión se vuelva tan amarga que resulte imposible disfrutarla.

Pero si todavía te parece intenso… dale un toque mágico
Si a pesar del tiempo controlado el sabor sigue siendo “demasiado”, no te preocupes: hay dos aliados que hacen maravillas y no arruinan lo saludable de tu bebida.
- Un poco de leche
Una pizca de leche suaviza los taninos y le da un sabor más cremoso, como si estuvieras tomando un té inglés muy fino. Puedes usar leche de almendra, avena, coco o la que más te guste. No hace falta mucha, solo un poco y verás la diferencia.
- Unas gotitas de limón
El limón no solo realza el sabor del té negro, sino que también aporta un extra de vitamina C y hace que los antioxidantes del té se absorban mejor. Además, si lo tomas en ayunas, tienes una bebida depurativa nivel pro. Eso sí, solo unas gotas, no medio limón, que no es una limonada.
En resumen:
- Infusiona solo 2–3 minutos.
- Añade un poco de leche si quieres suavidad.
- O unas gotas de limón si prefieres frescura.
Con estos ajustes, el té negro se convierte en un aliado delicioso para tu estilo de vida saludable, sin caras raras ni necesidad de añadirle azúcar.

¿Te gustó este tip? Entonces quédate cerca, porque tengo muchos más trucos para que cuidarte no sea un castigo, sino un gusto.
